El efecto mariposa amarilla
* Cada
persona es un sistema complejo con propiedades emergentes.
Esto es, cada ser humano aun teniendo características aparentemente similares, crecido en el mismo entorno, vivido en condiciones parecidas y comiendo casi lo mismo, es un mundo aparte, único y maravilloso. Unido por hilos conductores invisibles de Amor como lo es el Amor por el Arte por ejemplo, (pero también Amor por la matemática, Amor por la Historia, Amor por la tecnología, Amor por el deporte), cada ser tiene que buscar su Camino y descubrir cuales son sus personales habilidades. Es uno de los ingredientes de los que está compuesta la fórmula de la felicidad y la realización personal. Pero no hay Fórmula magistral, cada persona tiene una… personalizada. Por eso no me gustan los genéricos.
Esto es, cada ser humano aun teniendo características aparentemente similares, crecido en el mismo entorno, vivido en condiciones parecidas y comiendo casi lo mismo, es un mundo aparte, único y maravilloso. Unido por hilos conductores invisibles de Amor como lo es el Amor por el Arte por ejemplo, (pero también Amor por la matemática, Amor por la Historia, Amor por la tecnología, Amor por el deporte), cada ser tiene que buscar su Camino y descubrir cuales son sus personales habilidades. Es uno de los ingredientes de los que está compuesta la fórmula de la felicidad y la realización personal. Pero no hay Fórmula magistral, cada persona tiene una… personalizada. Por eso no me gustan los genéricos.
En mis art-labs y talleres de creatividad pongo en práctica mi talento para hacer ALQUIMIA DE TALENTOS® porque creo que la complejidad del humano requiere una
aproximación múltiple, sintética, capaz de intuir la emergencia de todas esas
cualidades que nos hacen hermosos seres: Somos más que la suma de las
reacciones químicas que suceden en nuestras células y mucho más que la información
escrita en nuestro ADN.
Además hago mías, a manera de metáfora
extendida dos de los objetivos últimos de la alquimia:
1.
La existencia de la Piedra Filosofal
2.
Convertir
el Plomo en Oro puro
Mi des-cuenta cuentos ®
Llevando la metáfora un poco más allá: Como los alquimistas tenían que haber
transmutado ellos mismos para luego poder transmutar las sustancias químicas,
de la misma manera yo parto de un trabajo personal sobre mis propios talentos,
mi propia autoestima que me ha llevado a la profunda convicción de que todos
tenemos oro por dentro y en esa medida podemos brillar cuando escojamos
hacerlo.
